
En los últimos días, varios vecinos de la localidad balnearia se encontraron con la desagradable sorpresa de hallar alacranes en sus viviendas. Según los testimonios, se registraron al menos dos casos de personas que vieron estos arácnidos en el patio de sus casas y otro que lo encontró cerca de la entrada. Ante esta situación, se generó una gran preocupación y confusión, ya que existen dos especies de alacranes en la zona, y una de ellas puede ser mortal.
Se trata del alacrán amarillo o Tityus trivittatus, que se caracteriza por tener pinzas largas y delgadas, y un aguijón doble, uno largo y otro más corto, que es difícil de observar a simple vista. Su color varía desde el amarillo hasta el marrón claro, y suele medir entre 5 y 7 centímetros. Esta especie es la responsable de la mayoría de los casos de escorpionismo en Argentina, una intoxicación grave que puede provocar síntomas como dolor intenso, sudoración, vómitos, convulsiones y hasta la muerte, especialmente en niños y ancianos.
La otra especie que habita en la región es el alacrán negro o Bothriurus bonariensis, que tiene pinzas cortas y anchas, y un aguijón simple y grueso. Su color es marrón oscuro o negro, y su tamaño oscila entre 3 y 5 centímetros. A diferencia del alacrán amarillo, su picadura no representa un riesgo para la salud humana, ya que su veneno es muy débil y solo causa una leve inflamación local.
Para evitar el contacto con estos animales, es fundamental mantener la limpieza y el orden tanto dentro como fuera de las casas, eliminando la basura, los escombros, la leña y las malezas que puedan servirles de refugio. También se recomienda revisar la ropa, el calzado y la ropa de cama antes de usarlos, y sellar las grietas y huecos que puedan facilitar su ingreso.
En caso de encontrar un alacrán, no se debe intentar agarrarlo con la mano, sino que se debe usar un frasco de vidrio o un recipiente similar para atraparlo y taparlo con una hoja de papel. Luego, se debe contactar con las autoridades sanitarias o ambientales para que puedan identificar la especie y tomar las medidas correspondientes.
Si se produce una picadura, se debe lavar la zona afectada con agua y jabón, aplicar hielo y acudir de inmediato al centro de salud más cercano, llevando el alacrán si es posible. No se debe aplicar ningún tipo de remedio casero ni cortar o succionar la herida, ya que esto puede empeorar la situación.
Los alacranes son parte de la fauna autóctona de la región y cumplen una función ecológica importante, al controlar las poblaciones de insectos y otros artrópodos. Sin embargo, es necesario tomar las precauciones necesarias para evitar su proliferación y su contacto con las personas, sobre todo con la especie más peligrosa, que puede poner en riesgo la vida.