Milei, la principal víctima de la interna del PRO

Por primera vez desde que estas columnas ven la tenue luz de la existencia On-line, el peronismo no absorbe la principal relevancia en su reconfiguración interna. O más bien, la atención de quien aquí escribe.

Entre reuniones destinadas a disfrutar música clásica en Olivos con amigos que comparten la particularidad de balbucear frente a cámaras y viajes al exterior de díscola agenda, el mandatario se enfrenta a posiblemente su amenaza más grande. La referencia, claro, no está relacionada al brutal plan económico antiinflacionario, ni a su particular abordamiento de cuestiones de política internacional o a la retrasada inclusión de un sobreideologizado ministro de ¿modernización?.

El ”principal referente de la libertad internacional” sufre las consecuencias derivadas de compartir electorado con el antiperonismo imperante que ocupa ese confortable y para nada exigente espacio ideológico. La viabilidad institucional de la estructura libertaria depende -casi de manera absoluta- del acompañamiento legislativo de PROpuesta Republicana, que por estas horas parece reconvertirse en turbulentos recuerdos y tapes íntimos.

El enfrentamiento público entre sus principales referentes, Mauricio Macri y Patricia Bullrich, por estas horas terminan de detonar una relación -por extensión política y personal- con el mandatario nacional, que hace algunos días empieza a percibir desplantes y críticas solapadas a su despliegue de gestión por parte del ex mandatario, quien aún conserva su principal virtud: su capacidad de daño mediático y judicial.

Un capital político que dista considerablemente de reportarse en plenitud y un débil entorno donde no resalta la capacidad de reconvertir una insólita gestión, parecen ser la presa ideal para el referente que solamente puede -y sabe- fortalecerse en este tipo de pujas.

El Tandilense, por su parte, se encuentra ante una dicotomía, si persiste en el apoyo a una administración ya ajena, la cual lo desplantó, corre el primordial riesgo de evanescerse en el arcón del temerario liberalismo nacional; o bien buscar fortalecer su figura a costa de la viabilidad del actual ocupante del sillón presidencial.

Sólo queda aguardar por la cita ante la televisión a disfrutar los archivos anónimos que recibirán los diversos programas del canal simbólicamente asociado a Bartolomé Mitre y emitirán de la manera más teatral e indignada posible.