
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, elevó un pedido formal al gobierno nacional para implementar medidas económicas que permitan asegurar la estabilidad del sector frutícola y garantizar la cosecha de peras y manzanas de este año. La solicitud responde a los reclamos de emergencia planteados por los productores y empresarios del sector en las últimas semanas.
En ese contexto, el mandatario rionegrino envió dos notas dirigidas al ministro de Economía, Luis Caputo, y al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta. Allí solicitó herramientas clave como financiamiento y alivio impositivo para enfrentar la crisis que atraviesa la fruticultura.
Entre las medidas propuestas, se destaca el pedido de diferimiento impositivo, que permitiría postergar el pago de las cargas sociales de actividades de cosecha y empaque por un año a partir de febrero. Según el gobierno provincial, esta medida aliviaría la presión fiscal en un momento crítico para el sector.
El segundo planteo apunta a líneas de crédito accesibles para pequeños y grandes productores, garantizando recursos para sostener la mano de obra, los niveles de exportación y la sanidad de los cultivos.
Weretilneck recordó que la fruticultura de Río Negro genera más de 60.000 empleos y produce anualmente 1.150.000 toneladas de peras y manzanas, de las cuales el 35% se destina a la exportación. Sin embargo, advirtió sobre los altos costos de producción, que alcanzan los U$S 0,32 por kilo, y el impacto del aumento en los costos de energía y mano de obra, que afectan severamente la rentabilidad.
“El sector necesita herramientas urgentes para evitar una cosecha con grandes pérdidas”, enfatizó el gobernador, al tiempo que detalló que los sueldos en dólares del personal de empaque subieron más del 50%, y los costos de refrigeración se dispararon un 500%, haciendo inviable el almacenamiento prolongado de fruta.
Además, señaló que la devaluación en Brasil, principal destino de exportación de peras, y el sobrestock de fruta complicaron aún más la situación.
Aunque recientemente se informó un crecimiento en las exportaciones de peras y manzanas durante 2024, los productores alertaron sobre la baja rentabilidad y el desfinanciamiento. En paralelo, el diputado nacional Martín Soria presentó un proyecto de ley para declarar la emergencia frutícola con medidas paliativas para el sector.
La fruticultura, una de las economías regionales más importantes del país, enfrenta un panorama complejo y exige respuestas inmediatas por parte del gobierno nacional.