08/05/2025 - Edición Nº2346

Río Negro

economía

Tregua frágil: cómo impactan los aranceles de Trump en la fruticultura y el petróleo de la Patagonia

Estados Unidos impuso aranceles generalizados pero eximió al petróleo crudo, clave para Vaca Muerta. Las peras, cerezas y vinos del Alto Valle y la Patagonia, en cambio, podrían verse fuertemente afectados si la suspensión de 90 días no se renueva.



Por ahora, reina una tensa calma en el comercio internacional y en las economías regionales de Río Negro y Neuquén, tras el anuncio de aranceles masivos por parte de Estados Unidos el pasado 2 de abril. La medida, ideada e impulsada por Donald Trump, impuso recargos de hasta el 34% a productos importados de China, la Unión Europea, Corea del Sur, Japón, Taiwán y otros países, incluida Argentina, que recibió un arancel del 10%. Sin embargo, el paquete fue suspendido por 90 días, generando incertidumbre y expectativas.

 

El petróleo, a salvo (por ahora)

El alivio para Argentina vino de la mano de una excepción clave: el petróleo crudo quedó fuera del paquete arancelario. Esto tiene un impacto central para la macroeconomía y para la cuenca de Vaca Muerta, dado que Estados Unidos fue el principal comprador del petróleo argentino en el primer trimestre de 2025, según cifras del Indec. Esto protege temporalmente el negocio de exportación hidrocarburífera, que tiene en marcha ambiciosas obras de infraestructura, como el oleoducto VMOS hacia Punta Colorada, en Río Negro.

 

Sin embargo, el precio del crudo sí se vio afectado por el clima de guerra comercial: el barril tocó su valor más bajo en cuatro años, ante los temores de una recesión global.

 

Las frutas del Alto Valle, en jaque

La fruticultura patagónica, en cambio, enfrenta un panorama mucho más complejo. Tanto peras como cerezas llegan a Estados Unidos con arancel cero. La eventual aplicación de un 10% de recargo puede poner en riesgo los volúmenes exportados y achicar drásticamente los márgenes de rentabilidad, como advirtieron referentes del sector.

 

En 2024, se exportaron 45.077 toneladas de peras desde Río Negro y Neuquén a Estados Unidos, lo que representó el 13,1% del total de envíos. En enero y febrero de 2025, ya se habían despachado 19.666 toneladas, récord histórico para ese bimestre.

 

Las cerezas también mostraron cifras récord: se exportaron 2.615 toneladas en la temporada 2024/25, consolidando a Estados Unidos como primer destino, con más de un tercio del mercado.

 

“La fruta que deja de ir a Estados Unidos por altos impuestos puede inundar otros mercados y ser perjudicial”, advirtió Nicolás Sánchez, presidente de CAFI.

 

Los márgenes, en la mira

Los productores coinciden: el costo del arancel lo absorberá el productor argentino, no el consumidor estadounidense. “Allá pagan la manzana lo mismo que pagaron toda la vida”, remarcó Sánchez. Aníbal Caminiti, de Capci, lo explicó con números: “En Europa tenemos un arancel del 12%, en China del 10%, en India del 30%, y en Tailandia del 40%. Estados Unidos era el único mercado con arancel cero”.

 

Aunque la ventana de exportación de 2025 quedaría dentro de la suspensión actual, el temor es por el futuro inmediato. Las cerezas ya cerraron su temporada; las peras tienen más margen, pero la campaña 2026 podría quedar directamente afectada.

 

Vino con menos cuerpo

Otro rubro regional en riesgo es el de los vinos del Alto Valle. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre el 20% y 25% de los vinos patagónicos tienen como destino Estados Unidos. El nuevo arancel es del 10%, cuando antes era de apenas seis centavos por litro.

 

“Es una medida recesiva y profundizará la caída del consumo”, señaló Rodolfo Rubio, delegado del INV en General Roca.

 

¿Hay margen para el optimismo?

Aunque la mayoría de los actores muestran preocupación, algunos ven una oportunidad estratégica. Por ejemplo, el arancel del 10% que enfrentaría Argentina es más bajo que el de Sudáfrica, India o Tailandia, lo que podría abrir espacio en ciertos nichos de mercado.

 

También hay esperanzas de que la tregua temporal se prorrogue o incluso derive en un acuerdo bilateral favorable. Con Trump, sin embargo, la previsibilidad no es una virtud.

 

“Todo esto es un caos, estamos todos sorprendidos: productores, consultores, clientes, todos”, cerró Sánchez.

 

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