
En las últimas 24 horas, el escenario político rionegrino se volvió aún más tenso tras el rechazo en el Congreso del proyecto de ley Ficha Limpia. La decisión, que generó un nuevo cortocircuito entre Javier Milei y Mauricio Macri a nivel nacional, tuvo su eco inmediato en la provincia, donde los armados locales buscan reordenarse de cara a las elecciones legislativas de octubre.
El diputado provincial Juan Martín, una de las principales figuras del PRO en Río Negro, publicó un comunicado en el que ratificó su pertenencia al partido amarillo, en un intento por cerrar filas frente a la creciente presión de los libertarios. "Nuestro proyecto en Río Negro tiene historia, estructura y compromiso con los valores republicanos", expresó, en un mensaje dirigido tanto a los suyos como a los estrategas de La Libertad Avanza.
En paralelo, la referente libertaria Lorena Villaverde endureció su postura: exige que las listas nacionales en la provincia sean encabezadas por “libertarios puros”, tal como indica la línea nacional definida por Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. La consigna pone en jaque cualquier posible alianza con el PRO local, aunque puertas adentro hay dirigentes que aún exploran fórmulas de integración para evitar una fragmentación que podría costar bancas en el Congreso.
La tensión se incrementa porque Río Negro es una de las provincias donde se eligen senadores nacionales este año, y el reparto de bancas es clave para el oficialismo. Mientras el kirchnerismo mantiene su estructura y referentes, el campo no peronista corre el riesgo de dividirse. “Si no hay acuerdo, podemos perderlo todo”, confió un operador local que sigue de cerca las conversaciones entre sectores moderados del PRO y delegados libertarios. La disputa, aunque local, refleja en escala la puja nacional por la hegemonía opositora.