
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ordenó este viernes el cierre preventivo de todas sus embajadas en el mundo, incluida la de la República Argentina, como parte de un operativo global de seguridad ante el recrudecimiento del conflicto con Irán. La decisión fue acompañada por una solicitud a los ciudadanos israelíes en el extranjero para que informen su ubicación y estado, a fin de facilitar eventuales operaciones de emergencia.
“La Cancillería israelí decidió cerrar de manera preventiva sus embajadas. Esto no obedece a una situación específica con Argentina, sino a una decisión a nivel global”, aclararon desde la delegación diplomática en Buenos Aires.
“No podemos esperar más”: el mensaje del embajador Eyal Sela
Desde Tel Aviv, donde se encuentra tras haber acompañado recientemente al presidente Javier Milei durante su gira oficial, el embajador Eyal Sela brindó declaraciones radiales en las que justificó la ofensiva militar de Israel: “Irán estaba a punto de cumplir su programa de aniquilación. Tenemos entendido que son quince bombas nucleares destinadas a destruir correctamente a Israel”.
Sela alertó sobre la capacidad ofensiva del régimen iraní: “Están fabricando 300 misiles balísticos por mes. No solo es una amenaza directa a Israel, sino al mundo: Irán construye misiles que pueden alcanzar Europa y lleva a cabo atentados terroristas en distintos continentes, como bien saben en la Argentina”.
En ese marco, el embajador afirmó que las acciones militares están dirigidas exclusivamente “contra los objetivos vinculados al programa nuclear militar” y que la defensa de Israel involucra a todo Occidente.
La escalada bélica alcanzó un nuevo pico tras la muerte de Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, y de Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, como consecuencia de ataques israelíes en Teherán. Las imágenes difundidas por agencias internacionales muestran edificios destruidos y labores de rescate en curso en la capital iraní.
En Argentina, donde reside una de las mayores comunidades judías del mundo, el gobierno de Javier Milei ordenó un refuerzo inmediato de la seguridad en instituciones de la colectividad, informaron fuentes del Ministerio de Seguridad.
Entre los edificios con vigilancia especial se encuentran la sede de la AMIA, en la calle Pasteur, y la Embajada de Israel, ambos blanco de atentados en los años 1992 y 1994, respectivamente. También se reforzó la presencia en la Sinagoga de la Congregación Israelita (calle Libertad) y las escuelas ORT, entre otros puntos sensibles.
El antecedente más reciente de un dispositivo similar fue en abril de 2024, durante otra escalada entre Irán e Israel, cuando el gobierno porteño activó un plan antiterrorista.
La Justicia argentina ratificó en su último fallo que ambos atentados —el de la embajada en 1992 y el de la AMIA en 1994— “respondieron a un designio político y estratégico” del régimen iraní. Según esa sentencia de la Cámara Federal de Casación Penal, los ataques fueron ejecutados por la organización Hezbollah, brazo armado del gobierno de Teherán en Medio Oriente.