
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que tanto Israel como Irán han violado el alto el fuego total e incondicional que él mismo anunció horas antes. Las declaraciones se producen tras una serie de ataques con misiles lanzados por Irán sobre territorio israelí, que dejaron al menos cuatro muertos y ocho heridos, según informaron los servicios de emergencia israelíes.
El bombardeo ocurrió en la madrugada del martes, justo antes de la supuesta implementación del cese de hostilidades. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reportaron tres oleadas de misiles iraníes entre las 5:00 y 6:00 (hora local), que activaron las sirenas antiaéreas en Tel Aviv, Ashdod, Beerseba y otras localidades del sur y norte del país.
Según fuentes militares israelíes, los sofisticados sistemas de defensa interceptaron más de 500 misiles y alrededor de 1.000 drones, aunque al menos 50 proyectiles impactaron en territorio israelí. Entre los heridos se encuentran tres personas en estado crítico y varias más con lesiones moderadas y leves.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, había condicionado la suspensión de los ataques a que Israel cesara primero sus operaciones militares. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había confirmado públicamente la aceptación de la tregua propuesta por Washington.
El recrudecimiento del conflicto ocurre tras 12 días de intensos combates, que ya han dejado al menos 24 muertos en Israel antes del ataque de esta madrugada. La censura militar impuesta por las autoridades israelíes impide conocer en detalle el verdadero alcance de los daños en la infraestructura y las bajas civiles.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos impulsados por Trump para contener la escalada, los últimos acontecimientos reflejan un escenario volátil, con acusaciones cruzadas y desconfianza mutua, que hacen peligrar cualquier avance hacia una paz duradera en la región.