21/09/2025 - Edición Nº2482

Interés General

Opinión

Sobre la desobediencia y el Día Internacional de la Paz: Un llamado a la racionalidad

17:31 |En el marco del Día Internacional de la Paz, revisito e invito a que lo hagan, el análisis de Erich Fromm sobre la guerra y la paz. El autor cuestiona las estrategias políticas que apelan a la supuesta racionalidad del hombre y que se basan en el "equilibrio del terror" y el "equilibrio del poder", ideas que considera "nefastas y perjudiciales para la humanidad". La verdadera estrategia para la paz no es la mera "no-guerra" (la acepción negativa), sino la movilización de las "grandes masas" en favor de la "armonía entre las personas" (la acepción positiva). Y quiero aclarar, esto es libre de chatgpt e IA. Gracias.


por Lautaro Hermosilla


Hoy es el Día Internacional de la Paz y lo primero que se me viene a la mente es un autor que ha aportado al estudio de este fenómeno en sus respectivos ensayos, (específicamente en uno), que desde la comunicación se puede leer al día de hoy como una contribución real a la democratización de la palabra, la libertad de expresión, ideas y formatos en los cuales la palabra y conceptos de hoy, se enlatan. Enlatados listos para consumir. Es lo que me pasó en su momento, entre charla de militancia, un compañero me recomendó leer a Erich Fromm, que supuestamente habría recomendado el ex presidente de la nación, Raúl Alfonsín (nunca encontré registro de eso para comprabarlo). La obra en cuestión, es Sobre la desobediencia, del cual se desprende un apartado que viene al caso, en el capítulo IX Contribución a la teoría y estrategia de la paz, menciona aspectos importantes para poner en palabras tal vez, lo que de alguna manera también ocurre en el propio plano social. 

 

No quiero ser injusto con el análisis y detenerme solo en un apartado, pero pensemos juntos, ¿Qué es la paz?, ¿Se siente, se come, se vive, se logra dar con ella?, bueno eso se pregunta E. Fromm, y rápidamente da en la tecla con dos acepciones importantes. La primera refiere a la no-guerra, no utilización de la fuerza para conseguir tales medios, y a ésta la diferencia como negativa, comparada al respecto de la segunda acepción que define a la paz como "un estado de armonía" en sociedad (la acepción positiva). 

Lo que hace este autor, para mí  (lean ese breve apartado en el texto), es entorpecer la lectura al comenzar desarrollando la "acepción positiva" por sobre la negativa, a la cual le voy a hacer honor el día de hoy para acercarnos más al grueso de la cuestión. 

 

Porque el mundo gira, la hiperinformación y el alcance de la información al instante, en la mano de cada ciudadano y ciudadana, al día de hoy es para celebrar pero conscientemente. Consciente de que hay fakes news, hay mucha tergiversación de los hechos, no del relato, sino de los hecho/datos. Y el síntoma de hoy en relación a otros momentos de la historia de la humanidad se diferencia en los nuevos formatos, accesibilidad y realidad líquida digital en la cuál coexistimos y habitamos, sin embargo, el resto de los factores son similares a otros contextos. Entonces es oportuno traer esta discusión ahora. 

 

Hoy viendo y escuchando hablar de paz en este contexto, me lleva inevitablemente a pensar en la acepción de la no-guerra. Y ya se han propuesto diferentes alternativas y caminos que supuestamente llevarían a ese tipo de paz. Uno claro, menciona Fromm, es el recurso político consistente a la hora de establecer una "autoridad supranacional" (este autor alemán tuvo mucho acercamiento con el socialismo en su momento), ésta serviría para evitar que algún Estado comience una guerra. Otro camino es el económico, que lo gira de la idea del librecambismo a la idea  Fichteana del Estado comercial "cerrado" como "base de la paz". O sino, el puramente político; la idea de que la guerra asegura la democracia. Y acá va lo más interesante y último que rescato de este autor (que era psicoanalista y psicólogo social), su análisis en esa idea de que la guerra asegura la democracia, deviene de lo que describe a continuación en los términos, "equilibrio del terror" y "equilibrio del poder". Dos viejas ideas, de las cuales una es continuación de la otra, pero la raíz, parte de la premisa de que "la persona" que razona y se comporta racionalmente, y que "mientras utilizar la fuerza contradiga su interés bien entendido, su racionalidad le aconsejará no hacerlo" describe. Entonces, en la profundidad del tema, Fromm entiende que "ni siquiera una victoria bélica" puede garantizar los fines para cuyo logro se apela a la guerra. De esta manera recoge el guante y declara de manera contundente a mi parecer, a esta ideas como nefastas y perjudiciales para la humanidad. 

 

Para Fromm, la estrategia de la paz se refiere a la movilización de las "grandes masas" en favor de "la idea de la paz con el fin de ejercer presión sobre la opinión pública" y "los gobernantes de todos los países para disponerlos en contra de la guerra y en favor de que terminen los aberrantes cálculos sobre muertos" menciona. 

 

Haciendo un paralelismo con el presente de los conflictos bélicos actuales, es menester escribir que para percibir una concepción de paz hay que establecer parámetros y criterios socioculturales, económicos, sociales e históricos que nos aventuren hacia la proximidad de la misma. Hoy vivimos en una sociedad que ofrece dos formas de desarrollarse, una en el plano individual y otra en el plano colectivo. Una suele asociarse al neoliberalismo y otra suele asociarse al progresismo. También suele mencionarse como populismo. Lo que hay de cierto, es que, las dos alternativas de desarrollarse se dan en un sistema capitalista. A mi entender, y acá nadie descubrió la pólvora ni mucho menos, hoy se ve muy difícil (pero no imposible) que se den las condiciones para proponer un capitalismo pujante y establecer nuevos puntos en común entre la productividad y el consumo, sin desentenderse de la marginalidad socioeconómica, cultural y social que no sólo vivimos en nuestro país, sino también, en otras sociedades y economías del mundo. Esto último que acabo de escribir, es un ejemplo de parámetro social personal que tengo para pensar de manera crítica el Día Internacional de la Paz. 

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