
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, expresó este lunes un fuerte apoyo al gobierno de Javier Milei y aseguró que Washington está dispuesto a hacer “lo que sea necesario” para acompañar a la Argentina en su programa económico. El mensaje fue difundido en un comunicado oficial y a través de una cadena de publicaciones en la red X, lo que rápidamente generó reacciones en la Casa Rosada.
“Seguimos confiando en que el apoyo del presidente Milei a la disciplina fiscal y a las reformas procrecimiento son necesarias para romper la larga historia de declive de Argentina”, afirmó Bessent. El funcionario, hombre clave del gobierno de Donald Trump, añadió que todas las opciones de estabilización “están sobre la mesa”, entre ellas líneas de swap, compras directas de divisas y adquisiciones de deuda pública en dólares por parte del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro.
A los pocos minutos, tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, agradecieron públicamente el gesto. “Es una muestra contundente de la confianza que despiertan las reformas de nuestro gobierno”, señalaron desde Balcarce 50.
El respaldo de Washington llega en la previa de una reunión de alto perfil en Nueva York: este martes al mediodía Milei mantendrá un encuentro bilateral con el presidente Trump en Manhattan, del que también participarán Bessent, Caputo y el canciller Gerardo Werthein. Fuentes diplomáticas remarcan que el foco estará puesto en la situación económica argentina y en la posibilidad de habilitar mecanismos de financiamiento.
Entre las opciones en estudio figura un posible swap por entre 3.000 y 10.000 millones de dólares a través del Fondo de Estabilización Cambiaria, una herramienta excepcional que Estados Unidos solo utilizó en contadas ocasiones, como en la crisis del “tequila” en México (1995) y en el rescate a Uruguay (2002).
De todos modos, el canciller Werthein negó que se esté negociando un préstamo de 30.000 millones de dólares, versión que circuló en los últimos días. “Eso es absolutamente falso. No hubo un acuerdo ni conversaciones serias por una cifra de esa magnitud”, aclaró, aunque reconoció que el equipo económico “trabaja en alternativas de financiamiento más acotadas”.
La señal de Bessent fue leída como un gesto político y financiero clave, dado que se conoció justo en la apertura de los mercados, en momentos en que el Gobierno argentino busca estabilizar el frente cambiario y encarar compromisos con los bonistas.