
La crisis desatada por la inestabilidad financiera y cambiaria dejó secuelas en las proyecciones de corto y mediano plazo. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, la economía argentina enfrentará una desaceleración, una nueva suba del dólar y un freno en el proceso de desinflación.
El informe, que se difundió este lunes, reunió las estimaciones de 42 participantes —entre ellos 30 consultoras y centros de investigación locales e internacionales, además de 12 entidades financieras—, con datos relevados entre el 26 y el 30 de septiembre. El período captó el impacto de las medidas de emergencia implementadas por el Gobierno para contener la escalada del tipo de cambio.
De acuerdo con los resultados, la inflación mensual se mantendría en torno al 2% hasta fin de año, llevando el acumulado anual de 2025 al 30%, ocho puntos por encima del 22% previsto por el Ejecutivo en el proyecto de Presupuesto 2026. El mismo comportamiento se proyecta para la inflación núcleo, afectada por la corrección cambiaria.
Los analistas coinciden en que el salto del dólar presionará los precios y pondrá en duda la meta del presidente Javier Milei, quien había asegurado que “la inflación desaparecería” hacia mediados del próximo año.
En cuanto a la evolución del tipo de cambio, el REM estima un dólar oficial de $1.440 a fines de octubre, $1.499 en noviembre y $1.536 en diciembre, cifras que, aunque elevadas, siguen por debajo de los valores de los contratos de futuros.
El nivel de actividad también sufriría las consecuencias del ajuste. Las consultoras recortaron la proyección de crecimiento de 2025 al 3,9%, medio punto menos que el pronóstico de agosto y muy lejos del 5% inicial.
Pese al panorama adverso, no se espera un deterioro inmediato en el mercado laboral. La tasa de desempleo se ubicaría en 7,5% en el tercer trimestre, bajaría a 7,2% en el cuarto y volvería a subir a 7,9% en el primer trimestre de 2026.
El informe se publicó en medio de negociaciones clave del ministro de Economía, Luis Caputo, con el inversor estadounidense Scott Bessent en Washington, con el objetivo de sostener las reservas y estabilizar la economía.