
Un hallazgo sin precedentes fue registrado en el norte neuquino, entre Las Ovejas y Varvarco, donde un equipo de paleontólogos descubrió restos fósiles de mamíferos del Mioceno Medio, con una antigüedad estimada de entre 13 y 14 millones de años. Se trata del primer registro de vertebrados mamíferos de esa época en la zona, lo que representa un avance significativo en el conocimiento de la evolución de la fauna sudamericana.
El descubrimiento se originó gracias al aviso de Nelly Jorquera, una vecina que se topó con los restos durante una caminata. “Ella hizo lo que hay que hacer: tomó fotos de los materiales in situ y nos envió el punto GPS”, explicó el paleontólogo Mateo Gutiérrez, de la Dirección de Patrimonio Cultural de Neuquén. Con esa información, los especialistas realizaron una primera evaluación y determinaron que los fósiles pertenecían a mamíferos del Mioceno Medio.
El equipo de trabajo estuvo integrado por Gutiérrez, el doctor Rodolfo Coria, del Museo Carmen Funes, y la licenciada Rocío Agüero, de la Dirección de Patrimonio Cultural de Río Negro. Esta última tuvo un papel clave por su experiencia en mamíferos fósiles, un campo menos explorado en la región, donde predominan los estudios sobre dinosaurios.
Según Gutiérrez, el hallazgo incluye restos óseos de diferentes especies, entre ellas aves, tortugas y mamíferos, pertenecientes a dos grandes grupos sudamericanos: los notoungulados y los xenartros. Los primeros eran mamíferos exclusivos del continente, con una diversidad que abarcaba desde animales del tamaño de un roedor hasta otros similares a los rinocerontes actuales.
“Este descubrimiento nos permite entender una etapa clave de la historia del continente, cuando Sudamérica permanecía aislada tras separarse de África y desarrolló una fauna única”, explicó el paleontólogo.
Hasta ahora, en el norte neuquino solo se habían encontrado invertebrados marinos, por lo que el hallazgo amplía el mapa paleontológico de la provincia y confirma que la región tiene un alto potencial para futuros descubrimientos.
Los restos fueron trasladados al Museo Carmen Funes de Plaza Huincul, donde ya se realizan las tareas de limpieza y análisis en laboratorio. Gutiérrez adelantó que el equipo planea volver al sitio para continuar con la excavación y rescatar más material.
Más allá del valor científico, el especialista destacó el impacto social del hallazgo: “Estos descubrimientos invitan a mirar el paisaje con otros ojos y fortalecen el vínculo entre la ciencia y la comunidad. Aprendemos de la gente del lugar, y ellos también aprenden sobre la historia natural de donde viven”, concluyó.