La muerte de Miguel Ángel Berlini, un hombre de 64 años que se sometía a un tratamiento odontológico en una clínica del barrio porteño de Belgrano, desató una investigación judicial por presunta mala praxis y terminó con dos médicos demorados y el establecimiento clausurado.
El hecho ocurrió el miércoles 19 de noviembre en la Clínica Robles, ubicada en Virrey del Pino al 2500. Berlini había acudido para iniciar un plan de implantes dentales que incluía la extracción de piezas y la colocación de cuatro pernos. La intervención se desarrolló con normalidad, pero minutos después el paciente perdió la conciencia y no logró ser reanimado.
Según los primeros indicios, en el quirófano estaban presentes el cirujano maxilofacial José Miguel Galiano —oriundo de Viedma— y el cirujano plástico Marcelo Fernando Robles, dueño del establecimiento. Ambos practicaron maniobras de RCP sin éxito. Personal del SAME arribó cerca de las 16.40 y confirmó el fallecimiento. El cuerpo no presentaba signos de violencia ni evidencias de un episodio traumático, por lo que la pesquisa ahora se centra en una eventual falla en el procedimiento o en la respuesta ante una descompensación súbita.
Berlini trabajaba como conductor de una aplicación de viajes y había decidido atenderse en ese centro luego de ver en redes sociales un video de Galiano promocionando tecnología avanzada para implantes dentales. La familia indicó que no padecía enfermedades previas y que buscaban una intervención sencilla. El profesional rionegrino alquilaba quirófanos en Buenos Aires para realizar sus prácticas y ese día utilizaba las instalaciones de la clínica estética dirigida por Robles.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 59, a cargo de Laura Belloqui, ordenó la demora de ambos médicos, el secuestro de sus credenciales y la incautación de la historia clínica. También se dispuso la clausura del consultorio y el inicio de peritajes en el lugar. La causa fue caratulada como homicidio culposo mientras se aguardan los resultados de la autopsia.
Los análisis forenses serán determinantes para establecer si Berlini sufrió una reacción adversa, un paro cardíaco repentino o si existió negligencia profesional, tanto en la ejecución del procedimiento como en la atención posterior.
El abogado Damián Torres, cuñado de Galiano, aseguró que el odontólogo nunca estuvo detenido y que su visita a la comisaría fue parte del protocolo. Sostuvo además que el especialista actuó conforme a su formación y que existen estudios previos que avalan su conducta médica. Según Torres, la situación afectó profundamente a Galiano, quien —subrayó— permanece a disposición de la familia de la víctima.
La Justicia mantiene abiertas todas las líneas de investigación. Además de la autopsia, se revisarán las condiciones del quirófano, el equipamiento utilizado y los tiempos de respuesta ante la emergencia. La reconstrucción de los minutos posteriores al procedimiento será clave para determinar responsabilidades penales.