El dirigente de la ultraderecha chilena José Antonio Kast venció en la segunda vuelta electoral chilena y se convirtió en el nuevo presidente electo de aquel país. El dirigente tiene posturas territoriales contrarias al esquema de fronteras andinas. “Decir que para mí es un honor, una tremenda responsabilidad, el mandato amplio que hemos recibido hoy. Y digo hemos, porque este no es sólo un mandato para mí, es un mandato para todos nosotros”, indicó Kast al conocer su victoria.
En un tono conciliador, llamando a la cooperación y a respetar las diferencias, Kast adelantó que el 2026 será un año difícil en lo económico.
“Algunos dicen ‘tú tienes la solución fácil para todo’. Y no, es muy difícil; vamos a tener un año duro, muy duro. Porque las finanzas no están bien. Las finanzas del país no están bien. Pero estamos invitando a una travesía para recuperar esos valores esenciales para una vida correcta y sana, pero eso no va a ser fácil”.
Kast, de 59 años, es abogado y fundador del Partido Republicano de Chile en 2019. Su carrera política comenzó en la Unión Demócrata Independiente (UDI), fuerza tradicional de la derecha chilena con fuertes vínculos históricos con sectores que respaldaron la dictadura de Augusto Pinochet. Fue diputado durante cuatro períodos consecutivos, entre 2002 y 2018.
Es el menor de diez hermanos. Su familia emigró a Chile en 1950, luego de la Segunda Guerra Mundial. Su padre fue militante del Partido Nazi en Alemania y, ya en Chile, el grupo familiar se estableció en la localidad de Paine, donde desarrolló emprendimientos en la industria de cecinas, el sector inmobiliario y también en la actividad política.
Durante años, Kast fue identificado como uno de los exponentes más duros del conservadurismo chileno. Sin embargo, la irrupción de figuras aún más radicalizadas dentro del espectro de derecha, como Johannes Kaiser, contribuyó a reposicionarlo ante parte del electorado como una opción relativamente más moderada dentro de ese espacio.
El dirigente republicano ha participado en tres elecciones presidenciales:
2017: se presentó como candidato independiente y obtuvo el 7,9% de los votos, quedando en cuarto lugar.
2021: encabezó el espacio republicano, fue el candidato más votado en la primera vuelta con el 27,9%, pero perdió el balotaje frente a Gabriel Boric.
2025: volvió a acceder a la segunda vuelta, consolidando un caudal electoral propio y estable, posteriormente venciendo con apoyo de sectores conservadores.
Bajo el lema “La fuerza del cambio”, Kast estructuró su propuesta en dos grandes pilares. En materia de seguridad, vinculó el aumento del delito con la inmigración irregular y propuso medidas como el refuerzo de fronteras con barreras físicas, drones y expulsiones de extranjeros indocumentados.
En el plano económico, planteó una reducción del rol del Estado, recortes en el gasto público y una baja de impuestos a las empresas, con el objetivo de impulsar el crecimiento y atraer inversiones.
En esta última etapa, el dirigente optó por relegar del debate público algunos temas vinculados a valores morales —como su rechazo histórico al aborto y al matrimonio igualitario— en un intento por ampliar su base de apoyo y captar votantes moderados.
El analista político Mario Herrera señaló en declaraciones a la agencia Xinhua que Kast logró interpelar a “una clase media emergente, descontenta, que valora el esfuerzo individual por sobre las políticas públicas tradicionales”, un perfil que excede al votante clásico de la derecha chilena.