Martín Soria denunció arbitrariedades en el Senado y anticipó la judicialización del debate por la reforma laboral

El inicio del tratamiento de la reforma laboral en el Senado quedó marcado este martes por un clima de fuerte tensión política, cruces verbales y denuncias de ilegalidad por parte del peronismo. En ese marco, el senador rionegrino Martín Soria se sumó con dureza a la impugnación del procedimiento impulsado por el oficialismo y advirtió que su bloque no convalidará lo que definió como una violación “compulsiva y arbitraria” del reglamento y de la Constitución Nacional.

La controversia se desató a partir de la conformación de las comisiones que comenzarán a analizar el proyecto del Gobierno nacional en el marco de las sesiones extraordinarias. El peronismo cuestionó que el armado de la Comisión de Trabajo y Previsión Social se haya realizado sin una sesión previa que habilitara formalmente ese paso, lo que, según sostienen, invalida todo el proceso legislativo posterior.

El jefe del interbloque peronista, José Mayans, fue quien abrió el fuego contra el oficialismo y apuntó directamente contra Patricia Bullrich, designada presidenta de la comisión. “Este proyecto nace torcido de entrada. Se está violando el reglamento y la Constitución”, afirmó, y adelantó que el tema será llevado a la Justicia. “Si así se inicia el tratamiento de una ley que cambia la estructura laboral de la Argentina, esto va derecho al Poder Judicial”, advirtió.

En esa misma línea, Martín Soria reforzó la postura de rechazo del bloque. “Desde nuestro bloque no vamos a convalidar esta vulneración totalmente arbitraria del reglamento y de la Constitución que hoy están haciendo. Que todos los argentinos tomen nota”, expresó el exministro de Justicia, y confirmó que el peronismo no participará de la integración ni de las reuniones de la comisión por considerar ilegal la convocatoria.

Del otro lado, Bullrich desestimó las impugnaciones y defendió la legalidad del procedimiento, reclamando que se avanzara con la elección de autoridades y el inicio del debate. Tras quedar formalmente constituida la comisión, anunció la convocatoria inmediata para comenzar a discutir la reforma laboral, lo que profundizó el malestar del peronismo.

El momento de mayor tensión se produjo cuando, sin micrófono, Mayans lanzó un grito que resonó en la sala: “¡Acá hacen lo que se les canta las pelotas!”, mientras Bullrich cerraba la reunión y citaba a los integrantes de la comisión para continuar el tratamiento del proyecto.

Con este escenario, el debate de la reforma laboral arranca atravesado por un conflicto político e institucional de alto voltaje. El peronismo ya anticipó que judicializará todo el proceso y que no dará quórum ni legitimidad a un tratamiento que, según sostienen, está viciado desde su origen. El oficialismo, en tanto, apuesta a un trámite exprés que promete profundizar la confrontación en la Cámara Alta.