
Los efectos del plan de shock económico fiscal del gobierno de Javier Milei generan un fuerte impacto en el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina, el cual se desplomó 5,1% en el primer trimestre de 2024, respecto del mismo período de 2023, según informó el INDEC este lunes. A su vez también, este mal número vino acompañado por una subida del desempleo en la Argentina que llegó al 7,7%, unos 2 puntos más que el último dato arrojado en diciembre cuando fue del 5,7%.
Según los datos históricos de la serie de INDEC, la contracción de la economía doméstica fue la más aguda para un primer trimestre desde 2019, etapa resultante de las sistemáticas crisis cambiarias durante la gestión de Macri.
La inversión privada fue el componente de la demanda del PBI más golpeado, con un desplome del 23,4% en términos interanuales. Por su parte, el consumo, componente de mayor peso en lo que se produce fronteras adentro del país, registró una caída del 6,7%, mientras que el gasto público se redujo 5%.
Respecto al desempleo, sobre la población total, la cantidad de desocupados llegó a 1.731.000 en el primer trimestre. Así, los nuevos desempleados totalizan unas 180.000 personas más frente al mismo período del año previo y unos 400 mil menos que e diciembre, precisó el economista y director del Centro de Economía Política (CEPA), Hernán Letcher.
La performance del comercio exterior compensó parcialmente las bajas, ya que las exportaciones mejoraron 26,4% respecto del año pasado, en buena parte debido a la baja base comparación ya que 2023 estuvo atravesado por una de las peores sequías de la historia, lo cual perjudicó las ventas externas de los principales cultivos del país.
Respecto del trimestre inmediatamente anterior, la economía se contrajo 2,6%, siendo también la inversión la más perjudicada con un retroceso del 12,6%. La industria manufacturera sufrió un desplome del 13,7% interanual en su producción entre enero y marzo, transformándose así en la principal incidencia negativa de la variación del PBI.
Los otros dos sectores que arrastraron a la actividad económica general de manera relevante fueron el comercio y la construcción, con caídas del 8,7% y 19,7%, respectivamente.
Vale remarcar que la crisis en la construcción también fue causante del menor nivel de inversiones en la economía real. De acuerdo con las cifras oficiales de INDEC, la división de "construcciones" dentro de la inversión tuvo un declive del 26,6%.