Este lunes, la Secretaría de Energía desreguló el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) con el objetivo de promover la “competitividad de la oferta y la demanda y alentar su expansión” y propender de que el precio al consumidor final sea el resultante de los “reales costos económicos”, por lo que las garrafas tendrían un aumentó encareciendo la vida de miles de personas que utilizan este medio para calefaccionarse y cocinar.
De esta manera, a fin de desregular los precios del sistema, se eliminó los “Precios Máximos de Referencia” para las etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público de garrafas a fin de establecer únicamente “precios de referencia”, sin un tope “que obstaculice la cobertura real de la variación experimentada en los costos”.