Claves y tensiones de cara a un nuevo acuerdo con el FMI

Las negociaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entrarán en una etapa clave esta semana, luego de que la reunión entre el presidente Javier Milei y la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, allanara el camino para retomar las conversaciones técnicas de manera presencial en Buenos Aires. El objetivo es estructurar un nuevo programa financiero que incluya desembolsos adicionales y acelere el desmantelamiento de los controles cambiarios.

La próxima visita de los técnicos del FMI, liderada por el venezolano Luis Cubeddu, marcará el regreso del staff al país después de casi un año. Durante su estadía, buscarán definir un esquema que permita avanzar en el cierre del programa Extended Fund Facility (EFF), iniciado en 2022, y en las discusiones sobre un nuevo acuerdo que responda a las necesidades actuales de la economía argentina. En particular, se pondrán sobre la mesa temas como la consolidación fiscal, el acceso a financiamiento externo y una hoja de ruta para eliminar los controles cambiarios de manera ordenada.

El contexto económico y las metas pendientes

La visita ocurre en un momento delicado para la economía. Aunque el Gobierno logró un amplio superávit primario en 2024, el Banco Central no alcanzó las metas de acumulación de reservas establecidas en el programa vigente. Este incumplimiento, según las autoridades argentinas, se explicó por el pago anticipado de deuda y la falta de desembolsos comprometidos por el FMI. Para sortear esta situación, el Ejecutivo analiza utilizar futuros desembolsos del Fondo para cancelar Letras Intransferibles emitidas por el Tesoro al Banco Central, una medida que Milei proyecta podría involucrar al menos USD 11.000 millones.

El informe más reciente del FMI reconoció avances como la eliminación del financiamiento deficitario por parte del Banco Central, la devaluación inicial de diciembre de 2023 y la aprobación de la Ley de Bases. Sin embargo, el organismo insistió en la necesidad de implementar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios y avanzar hacia un régimen cambiario más flexible. Este paso, según los técnicos, es indispensable para recuperar el acceso a los mercados de capital y garantizar una acumulación sostenida de reservas.

Prioridades y tensiones en la agenda bilateral

Desde el Gobierno destacan que se ha logrado un vínculo de confianza con el FMI, en contraste con la relación de tensión que prevaleció en etapas anteriores. "Impensable esta relación con el Fondo un año atrás. Hoy hay credibilidad y confianza entre ambas partes", afirmó Luis Caputo, ministro de Hacienda. Sin embargo, persisten puntos de fricción, como la exigencia del Fondo de adoptar medidas previas obligatorias (“prior actions”), que podrían incluir desde ajustes en el Presupuesto hasta reformas estructurales en políticas cambiarias y fiscales.

El primer pago de intereses al FMI del año, previsto para el 1 de febrero por un monto de USD 650 millones, sumará presión sobre las reservas. A diferencia de 2024, cuando las obligaciones fueron cubiertas con desembolsos previos, este año los pagos se realizarán directamente con las reservas disponibles.

Milei y el respaldo internacional

El viaje de Milei también incluyó su participación en el Foro de Davos y un encuentro con el expresidente estadounidense Donald Trump, lo que refleja el esfuerzo del Gobierno por fortalecer sus lazos internacionales. En un escenario económico desafiante, el respaldo de actores clave como el FMI y Estados Unidos se perfila como un elemento central para encauzar la economía y avanzar hacia la estabilización.

Con las reuniones técnicas en puerta y una agenda cargada de definiciones, el Gobierno y el FMI enfrentarán en los próximos días un desafío clave: acordar un programa que combine disciplina fiscal, acceso a financiamiento externo y reformas estructurales, mientras se busca garantizar una transición ordenada hacia un modelo económico más sostenible.