
Bahía Blanca vive momentos de profundo dolor tras la confirmación de la decimosexta víctima fatal del devastador temporal que azotó la ciudad bonaerense el pasado viernes. Se trata de Rubén Zalazar, el chofer de una camioneta de la empresa Andreani, cuyo cuerpo fue hallado a 150 metros del lugar donde la madre de Delfina y Pilar Hecker logró ser rescatada con vida.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó la noticia en la tarde del domingo, aunque se esperó a notificar a los familiares antes de hacerla pública. "Es una vida más que perdimos, ya son 16 hasta ahora", lamentó Alonso, quien destacó la magnitud de la tragedia que golpea a la ciudad.
El temporal se desató en cuestión de minutos y arrasó con calles, viviendas y vehículos. En medio de la tormenta, Salazar ayudó a la madre de las niñas a refugiarse en el techo de su camioneta, pero una nueva correntada los arrastró a todos. La madre fue encontrada con vida, el chofer perdió la vida y las pequeñas continúan desaparecidas.
Continúa la búsqueda de Pilar y Delfina Hecker
Las autoridades mantienen el operativo de rescate en la zona con la esperanza de encontrar a Delfina, de un año, y Pilar, de cinco. Ambas viajaban con sus padres cuando la fuerza del agua arrastró su vehículo cientos de metros fuera de la ruta. Mientras que el padre logró aferrarse al auto, la madre y las niñas fueron llevadas por la corriente hasta la zona donde se encontraba Salazar.
"Seguimos con la búsqueda intensiva de las niñas. Estamos trabajando con todas las fuerzas disponibles para encontrarlas", aseguró Alonso. En tanto, se descartaron saqueos a viviendas evacuadas y solo se registraron algunos hechos de vandalismo en comercios, con tres personas detenidas.
El ministro destacó la colaboración entre los gobiernos provincial y nacional en la asistencia a los damnificados. "En momentos como este no hay margen para ninguna chicana política, estamos trabajando juntos y esto es lo que se merecen los bahienses, los bonaerenses y los argentinos", concluyó Alonso.
Según reconstruyeron los investigadores, la camioneta en la que viajaban Zalazar y las niñas fue arrastrada por la corriente unos 350 metros. Al detenerse, comenzó a llenarse de agua, lo que obligó a los ocupantes a subirse al techo. Sin embargo, una segunda oleada de agua sumergió el vehículo.
La madre de las niñas fue arrastrada 1200 metros mientras intentaba sostener a su bebé en brazos, pero se separaron en el agua. La nena más grande estaba junto al chofer en el momento del desastre.
Las autoridades continúan la búsqueda con equipos especializados mientras la comunidad sigue en vilo por la aparición de Pilar y Delfina.